El teatro de Robert Lepage. Una dramaturgia de la improvisación

«Robert Lepage fue mi alumno en el Conservatorio de Arte Dramático. Era una esponja, lo absorbía todo en las clases y lo reutilizaba después en nuestros talleres libres, unas veladas mensuales en las que los alumnos presentaban escenas o números propios. No se perdía ninguna clase y siempre nos sorprendía con la originalidad y elegancia, por no decir el estilo, de sus intervenciones. Yo no podía adivinar en lo que se convertiría más adelante, pero detecté muy pronto que era un creador. Apoyándose en sus puntos fuertes y reconociendo sus debilidades, se reinventó a sí mismo por medio de un teatro en el que podía crecer y aportar nuevo material.»