En 2013 apenas había publicaciones sobre improvisación en español, entonces apareció «Del Salto al Vuelo» de Omar Argentino Galván, Improtour. El pasado año se puso a la venta en formato digital para llegar todos los rincones del mundo. Hoy entrevistamos a Omar, descubrimos su carrera en la impro, las ideas detrás de su libro y aprendemos, con Omar siempre aprendemos.
¿Cómo descubriste la impro? ¿Qué fue lo primero que llamó tu atención? ¿Dónde comenzaste a aprender impro?
Un cartel en el centro de la ciudad de Buenos Aires, con un dibujo que representaba a un futbolista con la calavera hamletiana y prometía “Teatro más deporte: Match de Impro”, captó mi atención por unir una nueva pasión con una antigua. Entré al CC Ricardo Rojas y me inscribí.
¿Cuando se te quedó pequeña Argentina y te convertiste en Improtour?
No me quedaba pequeña la Argentina sino grande mi compañía (Sucesos Argentinos) y quise salir de mi espacio seguro, saber si tendría valía propia más allá de ese modesto éxito que vivíamos grupalmente.
En estos viajes, además de actuar con tus shows unipersonales, has impartido cursos y talleres. ¿Cuál es la idea imprescindible que todo improvisador debería tener siempre en mente?
Curiosidad, actitud lúdica, humildad, poder de decisión, escucha.
Hace unos años escribiste el libro “Del salto al Vuelo” que ya se ha traducido a múltiples idiomas y presentado en distintos países. Incluso hace poco lo has puesto en formato digital haciéndolo accesible a nivel global ¿Qué destacarías del proceso de escribirlo? ¿Cuál es la idea central?
El proceso llevó cinco años, fue coger arena de mis playas para crear un espejo de las ideas que entonces tenía sobre el proceso de aprendizaje de la improvisación teatral, un espejo colectivo, en el que cualquiera pudiera reflejarse.
El esqueleto que sostiene la idea principal, era el de el taller de un primer año de Impro, mezclado con anécdotas personales en mi camino en la Impro; resultó un manual técnico pero no frío, un mapa escrito en primera persona. Si de algo me enorgullezco es de haber plasmado una mirada Iberoamericana acerca de la improvisación teatral, lo que en esos tiempos (2013) fue un primer paso entre tantos pasos anglosajones.
Hay pasajes que son poéticos, algunos que tocan temas más elaborados. ¿A quién está dirigido?
Lo poético lo veo también elaborado, quizá en otra capa de elaboración. Mi público objetivo era toda persona interesada en aprender o enseñar Impro. No soy alguien ideal para escribir un libro técnico, frío, me pareció en actitud, honesto, y en forma más bello, abrir la puerta a la metáfora, o al estilo cálido, en el que algunas definiciones lleguen por caminos más sensibles que racionales.
Después de tantos años publicado y tantas ediciones en distintos países ¿has tenido alguna anécdota? ¿Se edita en papel en imprentas de cada uno de los países?
“Del salto al vuelo” existe en italiano y español. Se han vendido más de dos mil ejemplares, nada mal para una autoedición. Fundamentalmente se imprimen en España, Argentina, México y, por supuesto, Italia.
“Yes, but. La Improvisación en su encrucijada” es un ensayo breve que escribí en 2018, ese está en cinco idiomas, y para 2022 en siete.
Una anécdota con “Del salto…”, que contiene spoiler, es que el capítulo que habla del silencio tiene, a propósito, una simulada falla de edición, por lo que más de una carilla queda completamente en blanco o con el texto en un grisado ilegible. No sólo más de una persona se quejó por el error, sino que una vez, hasta la misma gente imprenta, consternada, me llamó para confesar ese error luego de imprimir doscientos ejemplares. El texto aclara que la página en blanco es deliberada, pero hay lectores y lectoras a quienes les puede la ansiedad.
Y ahora en formato digital, para que llegue a todo el mundo. ¿Tienes constancia de donde está tu lector más remoto?
Australia, Nueva Zelanda, Uruguay. Somos ya una aldea…
Y de la impro, ¿Qué te llevas? ¿Qué te ha aportado la impro a tu vida?
Me aporta la filosofía de la escucha, de la adaptación consciente, del aceptar y aceptarme, de saber que a veces para aceptar es necesario decir no. La confianza en la bandada, en el trabajo grupal, también lo fortalezco cada vez que improviso o comparto talleres.
¿Y alguna influencia externa a la impro que te haya dado herramientas para la impro?
La lectura, indudablemente. El cine también. El comportamiento de algunos animales.
¿Tienes algún referente en la impro?
Sí, varían por momentos, nombrar a algunos o algunas sería olvidar a otras personas éticas, talentosas, inspiradoras.
La situación actual de pandemia con limites de aforos, medidas de higiene y confinamientos, ¿cómo crees que afecta a la impro? ¿Cómo está yendo la experiencia de las formaciones y shows online?
No hay mal que por bien no venga, pero este mal es demasiado pesado, y “el bien” a muchos y muchas colegas del mundo no les alcanza para comer. La situación es dramática, nuestra respuesta es tan optimista y delirante como el caballero amputado de los Monty Python.
Las clases a distancia, en mi caso, están cumpliendo dos papeles: el pedagógico (en lo personal me apoyo en formas narrativas y las combino con espacios del todo lúdicos), y el del convivio, la reunión presencial imposible por geografías o por restricciones, se hace quasi posible virtualmente, y eso es saludable, oxígeno puro.
Para cerrar, ¿qué 3 libros recomendarías? (pueden ser de impro o no).
Pues voy por impulso, advirtiendo que esta recomendación podría cambiar cada día, sin que eso quite admiración por estos títulos, así como escoger estos no empaña la fascinación que siento por otros.
- «ZOOM», Álbum ilustrado por Banyai.
- “La vida es una improvisación”, Piolo Juvera
- “Nadie es más de aquí que tú”, Miranda July.
Muchas gracias por tu tiempo.
A quien se tome el tiempo de leer las respuestas, mi gratitud.
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